La inteligencia emocional y las habilidades sociales son fundamentales para establecer relaciones saludables en diversos contextos, como familias o amistades. Estas habilidades incluyen la empatía, la escucha activa y la resolución de conflictos. Sin embargo, algunas personas carecen de estas capacidades, lo que dificulta la comunicación bidireccional y puede llevar a una interacción egocéntrica y malentendidos. Las causas suelen ser la falta de autoestima, miedos e incluso trastornos emocionales no resueltos. Estas personas tienden a centrarse en sí mismas durante las conversaciones, generando distancia emocional y demostrando baja autoestima y ansiedad.
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