En un nuevo movimiento provocador, Rusia y Bielorrusia han iniciado las maniobras militares Zapad 2025 cerca de la frontera con Polonia, desplegando 30.000 soldados apenas un día después de un incidente con drones que violó el espacio aéreo polaco. Este acto ha sido calificado por Varsovia y la OTAN como una «provocación a gran escala», generando alarmas en Europa y fortaleciendo las defensas polacas con el apoyo de aliados y armamento avanzado. A pesar de las negativas de Moscú sobre un ataque intencional, expertos sugieren que se trata de una estrategia calculada para probar la respuesta occidental. La situación intensifica las tensiones y refuerza la percepción de que Putin busca desafiar la cohesión de la OTAN, augurando un posible conflicto en Europa similar a los precedentes de maniobras anteriores, que derivaron en agresiones militares en Ucrania y Crimea.

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