En el marco de las elecciones de 2024 en Estados Unidos, la creciente preocupación por la privacidad y seguridad digital se ha convertido en una prioridad para muchos ciudadanos. Con el cambio en la administración política, se prevé que las amenazas a la privacidad digital, aunque constantes, puedan tener repercusiones más graves para grupos vulnerables como periodistas, activistas, comunidades LGBTQ+, individuos involucrados en el cuidado del aborto, comunidades indígenas y afrodescendientes, y para inmigrantes indocumentados.
En respuesta a estas inquietudes, la Electronic Frontier Foundation (EFF) ha publicado una serie de recursos diseñados para robustecer la protección personal en línea. Estos incluyen guías informativas como «Surveillance Self-Defense», que ofrece tácticas contra amenazas digitales, y «Street-Level Surveillance», que desglosa las tecnologías que las fuerzas del orden público pueden utilizar en ámbitos abiertos al público.
La iniciativa destaca por su «Atlas of Surveillance», un mapa colaborativo que permite a los ciudadanos identificar las tecnologías de vigilancia adoptadas por las policías locales. La EFF también proporciona recomendaciones sobre cómo protegerse del «doxxing» —una táctica de acoso en línea potencialmente agravada por las nuevas políticas administrativas— y consejos para la navegación segura de dispositivos móviles durante situaciones críticas.
Complementando estos esfuerzos, la EFF ha elaborado directrices para proteger a los manifestantes en recintos universitarios y ha creado materiales educativos que capacitan a los usuarios para enseñar prácticas de seguridad en sus comunidades. También advierte sobre el seguimiento de ubicación efectuado por las fuerzas del orden, explicando cómo estos datos pueden ser recopilados y vendidos a las autoridades, y ofrece orientación sobre la prudencia de eliminar aplicaciones de seguimiento de ciclos menstruales. La discusión sobre qué aplicación de mensajería elegir, dada la seguridad que ofrecen, se presenta como compleja, sugiriendo que no existe una única solución válida para todos.
A través de estas herramientas y directrices, la EFF pretende empoderar a los ciudadanos, ayudándoles a protegerse y a salvaguardar su privacidad en tiempos inciertos y potencialmente peligrosos. Estos recursos son esenciales para quienes buscan mantenerse informados y seguros en un entorno digital cada vez más vigilado y regulado.