Un automóvil arrolló a varios manifestantes en Múnich, dejando al menos 27 heridos durante una protesta sindical organizada por el sindicato Verdi. El conductor, un solicitante de asilo afgano de 24 años con antecedentes, fue detenido y se sospecha que el incidente fue un ataque intencionado, según el presidente del Estado Libre de Baviera, Markus Söder. Este suceso ocurre en un contexto de creciente inseguridad por ataques en lugares públicos, coincidiendo con el próximo inicio de la Conferencia de Seguridad de Múnich y a pocos días de las elecciones legislativas, reavivando el debate sobre inmigración y derecho de asilo en Alemania. Anteriormente, otros ataques, como el del mercado navideño de Magdeburgo y el apuñalamiento en Aschaffenburg, han exacerbado las tensiones en el país.
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