La administración de Donald Trump celebra sus primeros 100 días del segundo mandato con una serie de acciones controversiales. A pesar de la afirmación de «promesas hechas, promesas cumplidas», la gestión de Trump ha estado marcada por decisiones divisivas como la intensificación de deportaciones, una guerra comercial inestable, y confrontaciones con aliados tradicionales y la justicia. Estos movimientos han derivado en un escaso apoyo popular y preocupaciones sobre el impacto duradero en la democracia estadounidense. El escenario político se perfila incierto, con posibles litigios futuros y decisiones del Tribunal Supremo que podrían influir en el rumbo del país. La portavoz Karoline Leavitt destaca logros, pero las encuestas reflejan escepticismo sobre la dirección del gobierno.
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