El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que implementa aranceles del 25% al acero y aluminio importados, sin excepciones, como parte de su estrategia para fortalecer la producción nacional. Esta medida, que eleva los gravámenes ya existentes, ha generado preocupación entre expertos y afectados, quienes advierten que el costo repercutirá en los consumidores y podría desencadenar represalias de otros países. La reacción entre los fabricantes de acero en EE.UU. ha sido positiva, pero la inquietud prevalece entre industrias dependientes del comercio transfronterizo. Trump mantiene su postura firme ante lo que considera un trato injusto hacia su país, avivando tensiones comerciales globales.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
