El conflicto del Sáhara Occidental, pendiente desde la Marcha Verde hace cinco décadas, sigue siendo una cuestión sin resolver en el norte de África. Actualmente, el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York debate la renovación de la Minurso, misión destinada a organizar un referéndum de autodeterminación en la región. Las discusiones, influenciadas por una resolución impulsada por la administración Trump que favorece la propuesta de autonomía marroquí, han enfrentado resistencias, especialmente de Rusia y Argelia. Aunque la nueva redacción del borrador estadounidense intenta ser más equilibrada, el proceso parece no avanzar hacia una solución significativa. Estados Unidos, respaldado por aliados como Francia, mantiene su apoyo al plan marroquí, a pesar de las críticas y la oposición de algunos miembros del Consejo. Mientras tanto, los saharauis continúan sufriendo en campamentos de refugiados, en un conflicto que muchos consideran estancado y sin una resolución viable a la vista.
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