La planta Fab 21 de TSMC en Arizona ha iniciado la producción de procesadores avanzados destinados a gigantes tecnológicos como AMD y Apple, informan fuentes de la industria. De ser cierto, la instalación ya está elaborando chips de última generación como el A16 Bionic para los iPhone 15 de Apple, componentes del sistema S9 SiP para sus smartwatches, y procesadores de la serie Ryzen 9000 de AMD, todos utilizando la tecnología de 4nm de TSMC.
Entre los productos destacados, se menciona un chip denominado «Grand Rapids» para AMD, que posiblemente sea un error de nomenclatura y se refiera al conocido «Granite Ridge», parte de la familia Ryzen 9000 que utiliza la arquitectura Zen 5. Apple, por su parte, ha incluido en la producción de TSMC el A16 Bionic y componentes clave del S9 SiP, que integran un procesador de aplicaciones de dos núcleos y un motor neuronal de cuatro núcleos, optimizados para dispositivos compactos.
La Fase 1A de la planta ha logrado una capacidad de producción de 10,000 wafers por mes, con todas sus herramientas ya operativas. Sin embargo, la Fase 1B enfrenta ciertos retrasos debido a cuellos de botella en la instalación de herramientas, limitando su capacidad proyectada de 14,000 wafers mensuales. No obstante, no se anticipan retrasos graves, pues las soluciones de instalación están en curso.
Un reto significativo es la escasez de personal en la instalación. TSMC ha optado por abrir la convocatoria a empleados en Taiwán para cubrir cientos de puestos, aunque la prioridad sigue siendo la contratación de talento local. Esta medida revela las dificultades para completar la plantilla necesaria en un entorno de alta tecnología.
La producción de chips en Arizona simboliza un hito para TSMC al establecer esta planta como su primer gran centro de manufactura en Estados Unidos, al tiempo que confirma su estrategia de expandirse fuera de Asia. Esta inversión se alinea con la tendencia global de diversificar la producción de semiconductores, en un esfuerzo por mitigar tensiones geopolíticas y fortalecer la cadena de suministro tecnológica.
Con una capacidad planeada que incluye tecnologías avanzadas de 4nm, la fábrica de Arizona se perfila como un componente crucial en la estrategia de TSMC, cuyo objetivo es satisfacer la creciente demanda de semiconductores de última generación. Programada para estar en pleno funcionamiento a mediados de 2025, la instalación promete ser un pilar significativo en la escena tecnológica global.
El arranque de la producción en la Fab 21 representa un avance considerable tanto para AMD como para Apple. Pese a los desafíos inherentes relacionados con el personal y la capacidad, esta planta emerge como un bastión clave en la fabricación de semiconductores en Estados Unidos. Este proyecto no solo solidifica la posición de TSMC como líder global en el sector, sino que también evidencia la urgencia estratégica de diversificar la producción de chips en un mercado global altamente competitivo.