Ankara busca intensificar sus esfuerzos para desmantelar al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en un contexto de nuevas dinámicas en Oriente Próximo. Sin embargo, la formación prokurda ha manifestado que la cuestión kurda va más allá de la lucha contra el «terrorismo», sugiriendo que se requiere una solución política que aborde las profundas raíces del conflicto kurdo. Este llamamiento subraya la complejidad del problema y la necesidad de una estrategia que transcienda las medidas militares.
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