Un reciente informe ha puesto en alerta a expertos en privacidad e individuos alrededor del mundo sobre las graves implicancias que conlleva el uso de herramientas de seguimiento de ubicación, destacando a Locate X, una aplicación de Babel Street. Esta tecnología permite a sus usuarios rastrear con preocupación la ubicación precisa de personas a través de sus smartphones, utilizando datos provenientes de múltiples fuentes. La capacidad de visualizar movimientos en tiempo real en un mapa interactivo ha generado inquietud respecto a la privacidad y la seguridad de los datos personales.
Las críticas no se han hecho esperar, especialmente por parte de aquellos que defienden la privacidad. La posibilidad de que las agencias del orden accedan a datos de ubicación sin necesidad de una orden judicial es alarmante. Aún más preocupante es que estas herramientas pueden ser utilizadas por actores malintencionados para acoso y vigilancia indebida. Colectivos ya vulnerables, como inmigrantes, la comunidad LGBTQ+ y personas que buscan servicios relacionados con la interrupción del embarazo, están en particular riesgo. En el contexto actual, donde las restricciones sobre los derechos reproductivos son cada vez más severas, el uso de herramientas de rastreo se percibe como un peligro añadido.
Recientes investigaciones han demostrado cómo la falta de regulación en este mercado permite situaciones comprometedoras. Un caso puntual muestra cómo, usando Locate X, se rastreó un dispositivo que viajaba desde Alabama, donde el aborto está prohibido, hacia Florida, donde el procedimiento enfrenta restricciones. Esto ha evidenciado la necesidad urgente de regular el mercado de datos de ubicación para proteger a aquellos que buscan atención médica en estados con leyes restrictivas.
En este marco, los expertos en privacidad urgen a los legisladores a promulgar leyes que resguarden los datos de ubicación, limitando la capacidad de las empresas para manipular esta información. Un marco legal robusto que restrinja la venta y uso indebido de estos datos es vital para garantizar la seguridad personal y la protección de derechos fundamentales.
Otra creciente preocupación es el uso de órdenes de geoperimetraje, que permiten a las autoridades recabar datos de ubicación de todos los dispositivos en zonas específicas sin justificación fundada. Esto plantea el riesgo de un seguimiento masivo, especialmente de quienes buscan servicios médicos en clínicas de aborto, exponiéndolos a una vigilancia intensa.
Como respuesta, los defensores de la privacidad proponen que los legisladores fortalezcan las salvaguardias de privacidad del consumidor y restrinjan el acceso a los datos de ubicación sin las debidas garantías legales. La creación de «santuarios de datos» ayudaría a proteger a aquellos que buscan atención médica en situaciones críticas.
Es imperante que la ciudadanía y los legisladores colaboren para establecer protecciones firmes sobre la privacidad de los datos, garantizando que la información de ubicación no se convierta en una mera mercancía. La actualidad urge una acción contundente para resguardar la privacidad y seguridad en un entorno donde los datos son constantemente vulnerables a la explotación.