El huracán Milton, que recientemente descendió de categoría 5 a 4 en la escala Saffir-Simpson, sigue representando un peligro significativo. Según el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU., un huracán de categoría 4 presenta vientos de entre 209 y 251 kilómetros por hora, lo que resulta en «daños catastróficos». Las edificaciones bien construidas pueden sufrir daños severos, incluidos la pérdida de techos y paredes exteriores. La caída de árboles y postes de electricidad provoca cortes de energía que pueden prolongarse durante semanas o meses, dejando grandes áreas inhabitables por periodos extendidos. La escala Saffir-Simpson clasifica la intensidad de los huracanes y destaca las devastadoras consecuencias de los fenómenos de categorías más altas, como las severas interrupciones en infraestructuras y servicios.
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