El bloqueo en Buenaventura, que mantuvo paralizada a la ciudad portuaria durante tres días, llegó a su fin tras intensas negociaciones. La protesta fue liderada por comunidades indígenas y campesinas que exigían al Gobierno cumplir acuerdos previos, causando pérdidas multimillonarias al interrumpir el comercio en el principal puerto del Pacífico colombiano. Durante el bloqueo, se represaron más de 150.000 toneladas de mercancías, afectando el 40% del comercio exterior del país. La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, confirmó que el tránsito comenzó a reactivarse tras la firma del acta de desbloqueo. Las manifestaciones formaron parte de una estrategia nacional impulsada por el Congreso de los Pueblos, exigiendo respuestas del Estado a problemas estructurales. El bloqueo también provocó escasez de gas y alimentos, y ataques a las fuerzas de seguridad. El acuerdo, mediado por el viceministro del Interior, incluyó garantías para los manifestantes y planteó un desafío logístico para normalizar el flujo de carga.
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