En Ibiza, la apertura de un centro para menores inmigrantes no acompañados en una urbanización de lujo ha provocado una oleada de críticas entre los residentes de Talamanca. El centro, que ofrece servicios de alto nivel como piscina y catering, alberga a ocho menores mientras el Consell de Ibiza ha destinado 13,5 millones de euros al cuidado de 32 niños hasta 2027, con un costo anual significativo por cada menor. La sobreocupación de centros y la llegada masiva de pateras han llevado a esta medida considerada desesperada. Vecinos inquietos por la seguridad exigen cámaras y restricciones, mientras denuncian la falta de servicios para la integración de los jóvenes y el impacto en los precios de la vivienda. Vox ha respaldado las quejas vecinales, criticando al gobierno español por no repatriar a los menores.
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