Jannik Sinner, de 23 años, ha demostrado ser un modelo de constancia y resiliencia en el circuito tenístico, a pesar de enfrentar un doble positivo por clostebol hace un año. Tras una suspensión de tres meses acordada, el italiano ha recuperado su ritmo, ganando tres Grand Slams y alcanzando la final de un cuarto. Su derrota en Roland Garros frente a Carlos Alcaraz, su rival recurrente, fue vista como una lección para mejorar. Después de ese revés, Sinner intensificó su entrenamiento y, pese a un tropezón en Halle, resurgió con fuerza, destacando su capacidad para aprender de las derrotas. Comparado con leyendas como Ken Rosewall y Guillermo Vilas, su rendimiento en los grandes torneos es notable, con una tasa de victorias del 81%, superada solo por Rafael Nadal desde 2000. Su enfoque sigue siendo la mejora continua, aprovechando la competición con jugadores de élite como Alcaraz para elevar su nivel.
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