Desde octubre de 2023, la situación en la Franja de Gaza ha escalado con la invasión terrestre de Israel, liderada por ministros de ultraderecha, cuyas declaraciones han sido recogidas por la ONU como evidencia de posibles intenciones genocidas. Bezalel Smotrich ha propuesto transformar Gaza en una «mina de oro inmobiliaria» tras la ofensiva, mientras Itamar Ben Gvir aboga por la ocupación total y la construcción de lujosos vecindarios israelíes. Estas expresiones, junto a la idea de «migración voluntaria» defendida por Gila Gamliel, han sido condenadas internacionalmente por aludir al desplazamiento forzoso. La ONU sustenta las acusaciones de genocidio en dichos mensajes, reforzados por informes que documentan incitación a la violencia y sugerencias de destrucción del enclave palestino.

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