El Consejo Rector de la Agencia Tributaria de Andalucía (ATRIAN) ha dado luz verde al Plan de Acción Anual (PAA), que establece las directrices del Plan de Control Tributario (PCT). Este plan es fundamental para la investigación, prevención y detección del fraude fiscal. Además, introduce nuevos métodos de atención y asesoramiento a los contribuyentes para adaptarse a sus necesidades. Una de las novedades es la especialización y distribución regional de la carga de trabajo para adaptar los controles a las particularidades de cada provincia.
El PCT es un instrumento esencial para la gestión tributaria en Andalucía, encargado tanto de detectar el fraude fiscal como de trazar estrategias para combatirlo. Publicadas en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), las directrices del plan se centran en tres áreas: la prevención del fraude fiscal, medidas para corregir y sancionar incumplimientos, y colaboración con otras administraciones para aumentar la eficacia en la gestión.
En prevención, el plan enfatiza la importancia de la atención multicanal al usuario, adaptando la información a las características de los contribuyentes. También se reconoce el «derecho al error» de los mismos, permitiendo la autocorrección antes de iniciar procedimientos formales. Se busca mejorar la accesibilidad, especialmente para colectivos con necesidades especiales, y fomentar el autoservicio en colaboración con entidades sociales.
La colaboración con instituciones y centros directivos de la Junta de Andalucía es otra prioridad, persiguiendo fomentar una cultura de cumplimiento tributario. Se promueven iniciativas para mejorar la comprensión del sistema tributario por parte de la ciudadanía, reforzando el vínculo entre los ingresos públicos y los servicios ofrecidos.
ATRIAN también se centra en la detección del fraude fiscal, informando y asistiendo a los ciudadanos mientras se identifican y priorizan los riesgos de incumplimiento. La agencia ha decidido especializar y regionalizar las operaciones. Un equipo regional se encargará de funciones como el análisis de riesgo fiscal y la calificación de autoliquidaciones, impulsando así la eficiencia de la gestión.
El plan adopta medidas para evaluar el riesgo en todas las autoliquidaciones, incluyendo segmentación de contribuyentes y verificación automática y manual. Se planifican verificaciones masivas y cruces de información para intensificar los controles, además de acciones para mejorar la gestión de cobros por la vía de apremio, teniendo un efecto disuasorio sobre los defraudadores.
Finalmente, el PCT para 2025 contempla una colaboración estrecha con otras administraciones tributarias para combatir el fraude. Se establecerán criterios y procedimientos comunes para el intercambio de información, fortaleciendo la lucha coordinada contra el fraude fiscal.
Fuente: Junta de Andalucía.