Aragón se ha consolidado como un eje clave para la infraestructura digital en Europa, con la expansión de Amazon Web Services (AWS) en la región. La multinacional estadounidense ha obtenido la autorización para invertir 15.700 millones de euros durante la próxima década, marcando un hito significativo en la economía tecnológica de España. Esta inversión facilitará la construcción de cinco nuevos campus de centros de datos, sumándose a los tres ya existentes, en Villanueva de Gállego, Huesca, El Burgo de Ebro, Zaragoza-La Cartuja y La Sotonera.
El Plan de Interés General de Aragón (PIGA), recientemente aprobado, ha permitido agilizar el proceso en un tiempo récord de 15 meses, una maniobra estratégica que se ha logrado gracias a la colaboración eficiente entre administraciones y el sector privado. «Hemos demostrado que Aragón puede responder con agilidad a proyectos de esta magnitud», afirmó el consejero Octavio López.
El proyecto aumentará casi tres veces la infraestructura actual de AWS en España, operando bajo el concepto de una «Región AWS» interconectada. Esto permitirá una mayor capacidad, resiliencia y menor latencia para los usuarios dentro de la península ibérica. Además, cada campus contará con sistemas avanzados de energía, refrigeración y comunicaciones, asegurando la continuidad del servicio incluso en situaciones de fallo.
Sin embargo, la expansión no está exenta de polémica. El plan de aumentar en un 48% el consumo de agua ha generado preocupación entre grupos ecologistas, que advierten sobre el impacto ambiental en un escenario de sequía y cambio climático. La organización Ecologistas en Acción y la plataforma Tu Nube Seca Mi Río han expresado su oposición al incremento del uso hídrico.
A pesar de las críticas, las autoridades regionales defienden el proyecto por su potencial para generar miles de empleos y atraer a más empresas tecnológicas a la región. Se espera un impacto positivo en sectores como la construcción, energía, telecomunicaciones y servicios auxiliares, consolidando a Aragón como un hub digital emergente en Europa.
Este ambicioso plan no solo representa un avance económico y tecnológico para Aragón, sino que también plantea un reto en cuanto a la gestión sostenible de recursos, un tema presente en el debate sobre el equilibrio entre desarrollo y medio ambiente. Con esta transformación, Aragón se proyecta como un pilar central en el ecosistema de la economía digital europea para la próxima década.