Montserrat declaró ayer ante el tribunal que no recuerda haber utilizado el cuchillo ni haber cometido el acto violento del que se le acusa. Estas declaraciones se dieron un día después de que la acusación y el ministerio público calificaran el suceso como un acto de maldad extrema, describiéndolo como un asesinato «inimaginable».
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