Un conjunto de dispositivos y tecnologías de radio está revolucionando la comunicación, ofreciendo alternativas colaborativas que desafían las jerarquías tradicionales y refuerzan la resistencia contra la censura y el control. Estas innovaciones están siendo adoptadas por la aparición de dispositivos económicos y fáciles de usar, como Long Range (LoRa).
Las redes en malla, conocidas por su resiliencia y escalabilidad, se han beneficiado de esta tecnología que permite comunicaciones sin necesidad de licencias de radio, alcanzando grandes distancias. LoRa utiliza la técnica Chirp Spread Spectrum para transmitir mensajes en entornos físicos, permitiendo que los nodos retransmitan mensajes hasta su destino sin necesidad de servidores centrales.
Aunque la velocidad de transmisión de LoRa es baja, su fortaleza radica en su capacidad para enviar mensajes en áreas donde la infraestructura es limitada. Por ejemplo, ha demostrado ser invaluable para equipos de Búsqueda y Rescate al combinarse con sensores GPS.
Entre los sistemas más populares se encuentra Meshtastic, que permite enviar mensajes cifrados de extremo a extremo a través de dispositivos habilitados. Por su parte, Reticulum ofrece una red más flexible que se integra con múltiples tecnologías existentes, permitiendo una amplia gama de aplicaciones.
En un mundo donde la estabilidad de las redes tradicionales está en entredicho, estas tecnologías emergen como herramientas cruciales para situaciones imprevistas, empoderando a los usuarios y promoviendo la libertad de comunicación. Con ello, se presenta un futuro prometedor que busca retomar el espíritu colaborativo y optimista de los inicios de Internet.