La situación de limpieza en la ciudad de Málaga presenta una marcada disparidad entre sus diferentes barrios. En algunas zonas, la limpieza es evidente y se percibe un entorno cuidado, mientras que en otras, como Miraflores, la suciedad se ha convertido en un obstáculo palpable que dificulta el transitar por las aceras. Esta problemática ha suscitado la preocupación de los residentes, quienes han comenzado a alzar la voz en demanda de soluciones.
El sindicato ha señalado claramente que la responsabilidad de esta situación no recae en el personal que realiza las labores de limpieza, sino en los gestores de LIMASAN y en los responsables políticos. Argumentan que el equipo de limpieza está trabajando bajo las directrices de la empresa y que, a menudo, estas directrices no son suficientes para garantizar un entorno urbano limpio y agradable.
La exigencia de una mejor gestión de los recursos y un enfoque más efectivo en la planificación de la limpieza urbana se ha vuelto apremiante. Los ciudadanos esperan que los responsables tomen cartas en el asunto y trabajen en conjunto para mejorar la calidad de vida en todos los barrios de Málaga. La desigualdad en la limpieza de la ciudad no solo afecta la estética, sino que también tiene implicaciones en la salud y el bienestar de sus habitantes.
Es fundamental que las autoridades escuchen las quejas y necesidades de la población, y que se implementen estrategias adecuadas que aseguren una limpieza equitativa en todos los rincones de Málaga. La colaboración entre los ciudadanos, los sindicatos y los gestores es esencial para encontrar soluciones efectivas a esta problemática que afecta a muchos malagueños.
Fuente: CCOO Andalucía.