El pasado 28 de noviembre, la Academia Malagueña de Ciencias llevó a cabo una significativa sesión pública en el salón de actos del rectorado de la Universidad de Málaga. Organizada por la sección de Ciencias Tecnológicas de la Academia, el evento constó de una mesa redonda seguida de un debate titulado “El Parque Tecnológico de Andalucía. Su relación con la Universidad y la ciudad de Málaga”. Este encuentro fue moderado por los académicos Rafael Martín Delgado y Rafael Morales Bueno, y reunió a distintas personalidades vinculadas con la creación y gestión del Parque Tecnológico.
Entre los participantes se destacó la figura de Felipe Romera Lubias, ingeniero de Telecomunicación y actual director de Málaga TechPark, así como doctor Honoris Causa por la Universidad de Málaga. Junto a él, intervinieron Javier Pérez de la Fuente, arquitecto y jefe del Departamento de Arquitectura e Infraestructuras del Ayuntamiento de Málaga, y Javier López Muñoz, doctor en Ingeniería Informática y catedrático de Ingeniería Telemática de la Universidad de Málaga. Todos ellos aportaron su experiencia y conocimiento sobre la relevancia que tiene el Parque en la dinamización científica y tecnológica de la industria andaluza.
La creación del Parque Tecnológico, conocido hoy como Málaga TechPark (MTP), fue acordada entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga en 1988, y se inauguró cuatro años después. Desde entonces, ha proporcionado un impulso significativo a la economía local, generando valor y empleo para la ciudad y para las localidades cercanas. Esta elección no solo ha transformado el paisaje laboral de la región, sino que también ha influido en el desarrollo de las comunidades aledañas, al convertirse en un punto de atracción para los profesionales que trabajan en el MTP.
La relación entre el MTP y la Universidad de Málaga ha sido especialmente enriquecedora. Frente a la creciente demanda de profesionales cualificados por parte de las empresas del Parque, la universidad ha respondido adaptando su oferta académica y creando nuevas disciplinas científicas y técnicas. Este vínculo ha permitido que ambos sectores colaboren de manera efectiva, favoreciendo la creación de planes académicos alineados con las necesidades del mercado laboral.
Sin embargo, la integración del MTP en la ciudad también ha presentado desafíos. Por un lado, se han tenido que ajustar los Planes de Ordenación del Territorio para responder a esta nueva realidad. Por otro lado, el desplazamiento de los trabajadores desde sus residencias, principalmente en Málaga capital, ha sido más gradual de lo esperado. A pesar de estos retos, el MTP continúa desarrollándose como un entorno que fomenta la innovación, la cultura y la recreación, logrando sinergias valiosas entre la ciencia, la tecnología y su comunidad.
En conclusión, el Parque Tecnológico de Andalucía no solo ha sido un motor de desarrollo económico, sino también un eje de conexión entre la universidad y la ciudad de Málaga, contribuyendo así a crear un ecosistema que potencia tanto el talento local como el avance en la ciencia y la tecnología en la región.
Fuente: Parque Tecnológico Andalucía.