La región sur de Valencia enfrenta una serie de desafíos críticos semanas después de la devastadora tormenta conocida como dana. Se estima que al menos 16,000 niños y adolescentes no están escolarizados, y la oferta de viviendas sociales es insuficiente frente a las 2,147 casas inhabitables, con solo 365 viviendas disponibles. La infraestructura ferroviaria, vital para la movilidad, no estará plenamente operativa hasta 2025, y las empresas han experimentado pérdidas de 9,365 millones de euros. En el sector agrario, los agricultores aún luchan por salvar las cosechas no destruidas por la tormenta. Además, las condiciones de salud pública y movilidad continúan siendo preocupantes, mientras que se espera un esfuerzo conjunto del gobierno local y nacional para abordar los daños y facilitar la recuperación de las áreas afectadas.
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