En un incidente que se mantuvo en secreto, un destacado opositor y la Casa Real decidieron no hacer público un acuerdo para evitar influir en las decisiones que se estaban tomando en el Congreso de los Diputados. Esta decisión conjunta subrayó la sensibilidad política del momento y el efecto potencial que esta información podría haber tenido en el curso de los debates parlamentarios. La colaboración entre las partes involucradas para mantener la discreción resalta el delicado equilibrio entre política e instituciones en momentos críticos.
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