España ha presentado una propuesta innovadora para simplificar la actividad empresarial y fomentar la integración del mercado único europeo. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, reveló en un encuentro empresarial entre España e Italia, cuatro iniciativas clave diseñadas para aligerar la carga burocrática, mejorar el acceso a la financiación y abrir nuevas vías en la contratación pública europea.
En colaboración con el economista y ex primer ministro italiano Enrico Letta, y compartida con la Comisión Europea, esta propuesta busca satisfacer una de las principales demandas de las empresas: un marco regulatorio más eficiente que permita focalizarse en la innovación y el crecimiento, generando empleo.
“El objetivo es claro: construir un entorno donde las empresas puedan dedicar menos tiempo a la burocracia y más a lo que mejor saben hacer: innovar, crecer y generar empleo”, enfatizó Cuerpo.
Las cuatro medidas propuestas comprenden la creación de un portal único europeo de información normativa, la simplificación del acceso a la contratación pública mediante un sistema de inteligencia artificial, el reconocimiento mutuo de calificaciones crediticias y la puesta en marcha de una plataforma europea de titulizaciones.
Estas iniciativas surgen en un contexto de competencia global donde Europa trata de ponerse a la par de potencias como Estados Unidos y China, que lideran en digitalización y apoyo a la innovación. España ha encontrado aliados en Italia, Portugal y Francia para avanzar juntos hacia este objetivo común.
Las pymes, que constituyen más del 99% del tejido empresarial europeo y generan la mayor parte del empleo, se enfrentan a desafíos significativos al intentar operar más allá de sus fronteras nacionales debido a barreras regulatorias fragmentadas y dificultades en el acceso al crédito.
El impulso al mercado único europeo podría incrementar el PIB del continente en un 8-9%, según la Comisión Europea, aunque aún queda mucho por hacer para alcanzar ese potencial. Las propuestas de España buscan precisamente desbloquear ese margen de crecimiento colocando a las pymes en el centro de la estrategia económica europea.
La recepción entre las empresas ha sido mayoritariamente positiva, aunque se advierte sobre la complejidad técnica y política de implementar estas medidas, especialmente en lo que respecta al reconocimiento mutuo de calificaciones crediticias. No obstante, la unificación de información normativa y de licitaciones públicas se perciben como pasos más inmediatos con un impacto beneficioso.
La discusión de estas propuestas se llevará a cabo en Bruselas en los próximos meses, en un contexto en que la UE está elaborando una nueva agenda de competitividad y productividad para el horizonte 2030.