Nuestro país ha mantenido su liderazgo mundial en donación y trasplantes de órganos durante 33 años consecutivos, y el pasado año no fue la excepción, al romper nuevamente todos los récords establecidos. Este logro se debe, en parte, a la creciente práctica de la donación en asistolia, que ha aportado significativamente al incremento en el número de trasplantes realizados. Las cifras récord son un reflejo del compromiso y la solidaridad de la sociedad, así como del trabajo coordinado entre profesionales de la salud y el sistema de donación de órganos.
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