SpaceX experimentó un contratiempo significativo en su séptimo vuelo de prueba del cohete Starship, ya que este explotó sobre el Caribe minutos después de su despegue desde Boca Chica, Texas. Esta nueva versión del cohete, diseñada para futuras misiones lunares, se desintegró a más de 143 kilómetros de altura, provocando la desviación de aviones en la zona. La Administración Federal de Aviación de EE.UU. podría exigir una investigación exhaustiva, lo que detendría temporariamente futuros ensayos. La explosión representa un retroceso en la fase de pruebas de Starship, pese a logros anteriores en su desarrollo. Elon Musk compartió en redes sociales un video del suceso, destacando que el aprendizaje derivado de las pruebas es crucial para mejorar la confiabilidad de la nave.
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