En el Bajo Guadalquivir, se está dando un paso decisivo hacia una agricultura más sostenible. El Grupo Operativo AgroFert, conformado por el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), la cooperativa Agroquivir y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, ha culminado un proyecto de investigación que se centra en el desarrollo y evaluación de un innovador bioestimulante agrícola. Este producto, que combina aminoácidos y N-metilglicina, tiene como objetivo aumentar la productividad de los cultivos y minimizar el impacto ambiental asociado con el uso intensivo de fertilizantes químicos.
El empleo de fertilizantes sintéticos ha generado graves repercusiones ambientales, incluida la contaminación por nitratos, y ha creado una peligrosa dependencia de insumos externos. En este sentido, los bioestimulantes se presentan como una solución sostenible, capaces de mejorar no solo la salud del suelo, sino también la resistencia de las plantas frente al estrés y la calidad de los alimentos producidos.
La investigación del Grupo AgroFert se ha centrado en dinámicas científicas alrededor de un bioestimulante elaborado a partir de aminoácidos y N-metilglicina. Esta última sustancia es reconocida por sus efectos protectores sobre las plantas, al desempeñar un papel crucial en la síntesis y degradación de la glicina, además de su impacto positivo en las bacterias beneficiosas del suelo.
Las pruebas se han llevado a cabo en cultivos representativos de la región, tales como remolacha y zanahoria durante el invierno, y algodón, tomate y olivo en temporadas más cálidas. Los resultados iniciales son prometedores, con indicios de un crecimiento vegetal mejorado que podría llevar a una reducción en la necesidad de fertilizantes convencionales.
La adopción de este biofertilizante resulta especialmente relevante para el Bajo Guadalquivir, una zona que enfrenta serios riesgos de contaminación por nitratos. Se anticipan beneficios tangibles, como la disminución de la dependencia de insumos externos y una mejora notable en la salud del suelo, lo que seguramente irá de la mano con una producción de alimentos de mayor calidad.
Además, el uso de productos bioestimulantes, como el que propone AgroFert, desempeña un papel clave en la conservación del entorno natural de la región. Este esfuerzo cuenta con el respaldo financiero de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y está cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, en el marco de la convocatoria 2022 de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea para la Innovación en materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP-AGRI).
Con esta iniciativa, se abre un camino hacia una agricultura más respetuosa con el medio ambiente, contribuyendo no solo al bienestar de los cultivos, sino también al de toda la comunidad del Bajo Guadalquivir.
Fuente: Cooperativas agro-alimentarias Andalucía.