Un reciente estudio destaca los beneficios de incluir pescado en la dieta, revelando que su consumo regular, de al menos dos a tres veces por semana, asociado a una ingesta de 250 mg de omega-3, puede disminuir significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares graves. Según los hallazgos, esta práctica alimentaria se vincula con una reducción del 20% en la probabilidad de sufrir un infarto agudo de miocardio y de un 45% en la incidencia de accidentes cerebrovasculares. Estos resultados subrayan la importancia de los ácidos grasos omega-3 en la prevención de enfermedades del corazón y reafirman la recomendación de incorporar pescado como parte esencial de una dieta saludable.
Leer noticia completa en El Mundo.
