El pasado 9 de noviembre, una treintena de estudiantes de la Universidad de Málaga se embarcó en una emocionante jornada en el I Campus Universitario de Inmersión Rural ante el Despoblamiento, que ha clausurado su primera fase. Aunque esta etapa ha llegado a su fin, los participantes aún tienen por delante dos meses para desarrollar proyectos que podrían contribuir significativamente a afrontar el fenómeno del despoblamiento rural en la provincia. Esta iniciativa ha sido promovida por la Delegación de Innovación Social y Despoblamiento de la Diputación de Málaga, en colaboración con el Vicerrectorado de Empresa, Territorio y Transformación Digital de la UMA, así como la Fundación General de la UMA.
Durante el campus, los estudiantes tuvieron la oportunidad de explorar diversas iniciativas que se están implementando en el ámbito rural malagueño. Estas iniciativas incluyen empresas ecológicas, cooperativas, industrias vinícolas, agroalimentarias y asociaciones locales que trabajan activamente para combatir la despoblación.
La clausura del evento se llevó a cabo de manera virtual y contó con la participación de figuras destacadas como Natacha Rivas, vicepresidenta cuarta de la Diputación de Málaga; Javier López, vicerrector de Empresa, Territorio y Transformación Digital de la UMA; y Diego J. Vera, director de la Fundación General de la UMA. Rivas se mostró agradecida a la Universidad de Málaga por su implicación en esta experiencia pionera y celebró el compromiso de los estudiantes, quienes se han convertido en el primer grupo de embajadores universitarios en la lucha contra la despoblación. «Tendremos en cuenta vuestras aportaciones para futuras ediciones», afirmó Rivas.
Javier López destacó que el campus representa un trampolín para que los alumnos pongan en marcha proyectos concretos en el mundo rural, subrayando la importancia del apoyo institucional en este proceso de innovación y transformación. Por su parte, Vera enfatizó el papel de la universidad en la recuperación de la Andalucía rural, señalando que la tecnología ha sido fundamental para llevar a cabo esta experiencia, que incluyó talleres, grupos de trabajo, visitas virtuales y conferencias en streaming.
Este campus, pionero a nivel nacional, demostró que la modalidad online facilita el descubrimiento de proyectos en diversas localidades malagueñas. Además, se enfocó en preparar a los futuros emprendedores para explorar caminos que fomenten su creatividad y les doten de herramientas para hacer realidad sus ideas. Los participantes se centraron en los procesos sociales y económicos que afectan a los desequilibrios demográficos, con el objetivo de encontrar soluciones y desarrollar proyectos concretos que presumen un territorio repleto de oportunidades para la juventud universitaria.
La experiencia no concluye aquí; ahora comienza otra fase, en la que los estudiantes desarrollarán sus propios proyectos basados en lo aprendido durante el campus. El trabajo más destacado será premiado con 1.000 euros, lo que añade un incentivo adicional para los participantes.
Los retos abordados durante el campus se dividen en cuatro líneas de actuación: el reto demográfico y tecnológico, el reto de la empleabilidad juvenil, el reto de las energías renovables, y el reto de la agricultura sostenible y el agroturismo.
A lo largo del campus, los alumnos tuvieron la oportunidad de conocer iniciativas reales, como la experiencia del diseñador gráfico Samuel Gómez de Benalauría, la asociación Oleaje y su proyecto ‘Craftea tu pueblo’, Enreda Cooperativa, así como diversas empresas y proyectos orientados hacia la sostenibilidad y el turismo. Estas experiencias han proporcionado a los estudiantes una visión amplia de las oportunidades de empleo y emprendimiento que existen en el entorno rural malagueño.
Este innovador campus se presenta como un espacio donde la educación y el compromiso social convergen, formando a una nueva generación de jóvenes dispuestos a hacer frente a los desafíos que plantea el despoblamiento en sus comunidades. La sinergia entre las instituciones y el alumnado subraya el potencial del trabajo conjunto para revitalizar el medio rural.
Fuente: Diputación de Málaga.