Los avances en medicina reproductiva están facilitando que más mujeres decidan tener hijos entre los 40 y los 50 años, lo que les permite equilibrar mejor su vida profesional y familiar. Algunos expertos predicen que esta tendencia podría desencadenar una revolución que contribuiría también a mitigar el invierno demográfico, fenómeno caracterizado por el envejecimiento de la población y la disminución de la tasa de natalidad en varias regiones del mundo.
Leer noticia completa en El Mundo.