Investigadores de la Universidad de Cádiz, en colaboración con el Instituto Português do Mar e da Atmosfera y el Centro Oceanográfico de Cádiz, han desarrollado un modelo matemático avanzado para rastrear las partículas vertidas en la desembocadura de los ríos gaditanos. Sus hallazgos muestran cómo los microplásticos, particularmente aquellos provenientes de ríos como el Guadalquivir y el Guadiana, se desplazan y acumulan en el océano.
Utilizando un enfoque Lagrangiano, el estudio revela que los plásticos menos densos, como los utilizados en bolsas y envases, flotan y se concentran cerca de las costas, mientras que los plásticos más densos, como el PVC, se hunden y se acumulan en el fondo marino. Estos materiales densos suelen depositarse cerca de sus fuentes, a profundidades de hasta 50 metros, aunque algunas corrientes pueden transportar estas partículas más lejos.
El modelo, detallado en el artículo ‘Spatial distribution of microplastics in the Gulf of Cadiz as a function of density: A Langrangian modelling approach’, publicado en Science of The Total Environment, propone mapas tridimensionales que ilustran la trayectoria de las partículas, permitiendo identificar áreas de acumulación crítica y trayectorias hacia aguas lejanas, incluso alcanzando las costas portuguesas donde ciertos microplásticos terminan su recorrido.
Este innovador enfoque no solo ofrece alta precisión y flexibilidad para estudiar diferentes tipos de partículas en diversas condiciones ambientales, sino que también sugiere futuras investigaciones con otros tipos de microplásticos, como las fibras textiles. Financiado en parte por el proyecto ‘Análisis de la circulación superficial del golfo de Cádiz mediante el uso de boyas Lagrangianas’ del plan propio de la Universidad de Cádiz, esta investigación subraya la importancia de entender cómo nuestros sistemas fluviales contribuyen a la contaminación oceánica.
Fuente: Junta de Andalucía.