El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que su gabinete ha aceptado un alto el fuego con Hizbulá en el sur del Líbano, mediado por Estados Unidos, poniendo fin a cerca de dos meses de ofensiva terrestre. Este acuerdo, que necesita la aprobación del gobierno israelí enfrenta resistencias del sector ultraderechista. Netanyahu justificó la tregua como parte de una estrategia para centrar recursos contra la amenaza iraní, permitir el descanso de las tropas y aislar a Hamás en Gaza. Bajo los términos acordados, se espera que las fuerzas israelíes se retiren del Líbano y que las tropas libanesas y de la ONU reemplacen a Hizbulá al sur del río Litani. La ofensiva israelí, que se inició el 1 de octubre, ha dejado un saldo de más de 3.500 libaneses muertos y 1,2 millones desplazados, lo que representa una cuarta parte de la población del país. Netanyahu afirmó que la operación ha debilitado significativamente a Hizbulá, logrando matar a varios de sus dirigentes y destruir su infraestructura.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
