En la provincia de Valencia, voluntarios como Oto Sabater y Laia se dedican a ayudar a las víctimas de una devastadora riada, llevando alimentos y calzado a quienes más lo necesitan en localidades como Alfafar. Mediante una aplicación, los dos jóvenes universitarios han logrado localizar a personas mayores atrapadas sin ascensor y a otros vecinos sin las herramientas necesarias para salir de sus hogares. Durante su jornada, visitan a ancianos en un bloque de pisos, reparten comida ante la carencia de agua potable y ayudan a un local madridista destrozado por el agua. El relato de Jesús González, un superviviente de la riada, evidencia la dificultad de la situación, mientras que los voluntarios continúan su misión, ofreciendo botas a María José Soler, una vecina que las recibe con gran gratitud. La escena en Alfafar refleja una comunidad conmocionada pero unida, con calles llenas de residuos y un constante flujo de bomberos, policías y voluntarios que tratan de restablecer la normalidad.
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