Más de treinta organizaciones de derechos humanos de Marruecos han acusado a España de ejercer «racismo estructural» hacia los inmigrantes marroquíes en Melilla. Denuncian que estos migrantes, que han arribado a la ciudad autónoma y permanecen en la calle sin acceso al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), sufren un abandono que consideran una «violación de los derechos humanos». Alegan que, a diferencia de otras nacionalidades, los marroquíes enfrentan barreras administrativas para acceder al CETI y aluden a un cuestionado acuerdo bilateral entre España y Marruecos como excusa para excluirlos. La situación se complica con la reforma del sistema de solicitud de protección internacional, que requiere acceso digital, dejando a muchos marroquíes sin herramientas para iniciar el trámite de asilo. Las ONGs piden a España garantizar los derechos de todos los migrantes y una revisión de los procedimientos para asegurar un trato igualitario, mientras alertan sobre casos de devoluciones forzosas que podrían violar normas internacionales.
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