Rusia ha desafiado a la OTAN con una incursión de 19 drones en el espacio aéreo polaco, marcando un momento crítico para la Alianza Atlántica y destacando la importancia de una respuesta unificada. Tras esta violación sin precedentes, el ejército polaco, junto a fuerzas europeas, ha derribado varios drones rusos. El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha solicitado la activación del artículo 4 de la OTAN, subrayando la urgencia de una respuesta coordinada para salvaguardar la soberanía nacional. La incursión, que forma parte de un ataque a ciudades ucranianas fronterizas, se produce en un contexto de crecientes tensiones en Europa del Este y ha puesto en entredicho el apoyo de Polonia a Ucrania, con divisiones políticas internas emergentes. Este incidente no solo mide la solidez de la unidad transatlántica, sino que también podría influir en la presencia militar estadounidense en Europa. La situación subraya la necesidad de una mayor inversión en defensa, especialmente para los países del flanco oriental de la OTAN, ante la creciente amenaza rusa.
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