Salwan Momika, de 38 años, fue asesinado a tiros en su apartamento en Södertälje, Suecia, mientras realizaba una transmisión en vivo en redes sociales. Momika, conocido por sus controvertidas quemas del Corán frente a importantes instituciones suecas, generó protestas internacionales. Su muerte suspendió el veredicto de un juicio en el que era acusado, y cinco personas han sido detenidas por su asesinato, informó la jefa de la Policía Nacional, Petra Lundh. Las autoridades suecas habían decidido recientemente no renovar su permiso de residencia debido a información incorrecta. Momika llegó a Suecia desde Irak en 2018 y su caso había estado previamente rodeado de amenazas y controversias diplomáticas.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.