Controlar el colesterol es esencial para prevenir enfermedades cardiovasculares. Una dieta equilibrada, rica en frutas, puede ayudar a mantener niveles saludables de esta sustancia. Los plátanos, gracias a su fibra y potasio, evitan la absorción del colesterol. Las manzanas, con su pectina, absorben reservas de colesterol del hígado. Los cítricos, como el limón y la naranja, convierten el colesterol en ácidos biliares. Las fresas, con un alto contenido en antioxidantes, reducen el colesterol arterial. La sandía, rica en licopeno, disminuye el colesterol LDL, mientras que las uvas pasas son una opción baja en sodio y alta en fibra. Finalmente, el aguacate, con ácidos grasos monoinsaturados, ofrece beneficios significativos en el control del colesterol. Consumir las frutas enteras es preferible, ya que mantiene sus fibras y optimiza la absorción de nutrientes.
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