SoftBank, el conglomerado japonés conocido por su enfoque audaz en inversiones tecnológicas, se encuentra en la fase final de negociaciones para adquirir Ampere Computing. Esta empresa de diseño de procesadores se especializa en arquitectura ARM para centros de datos, un sector en el cual SoftBank ya tiene una presencia significativa a través de su propiedad de ARM. Según informes de Bloomberg, la transacción propuesta podría valorar a Ampere en 6.500 millones de dólares, con un anuncio oficial esperado en las próximas semanas.
La compra de Ampere no sería una sorpresa. Desde hace tiempo, SoftBank ha mostrado interés en consolidarse aún más dentro del mercado de semiconductores, un sector que está estratégicamente alineado con el auge de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la necesidad creciente de procesamiento en la nube. Las conversaciones con Ampere han estado en marcha durante semanas, indicando el compromiso de SoftBank para avanzar en este ámbito.
No obstante, SoftBank no es el único competidor en esta potencial adquisición. Oracle, que posee el 29% de Ampere, ha manifestado interés en aumentar su participación. La compañía liderada por Larry Ellison tiene opciones financieras para incrementar su posición, lo que introduce un elemento de incertidumbre y competencia en la posible compra. Oracle podría decidir tomar las riendas e intensificar su control sobre Ampere, un movimiento que sin duda modificaría la dinámica del acuerdo.
Ampere se ha establecido como un jugador fuerte en el campo de procesadores para centros de datos, ofreciendo una alternativa viable a los chips de gigantes como Intel y AMD. Aunque en 2021 la valoración de Ampere rondaba los 8.000 millones de dólares, la competencia feroz y los cambios del mercado han ajustado su valoración a la cifra actual. Este reacomodo de valor refleja las tensiones y oportunidades en un sector en constante evolución.
El esperado auge de hardware para inteligencia artificial contribuye a la volatilidad del sector de semiconductores. Con la aparición de tecnología como DeepSeek, que promueve un desarrollo de hardware más eficiente y menos costoso, se plantea un desafío adicional para los fabricantes tradicionales. La reducción en los costos de producción podría influir en la viabilidad de modelos de negocio actuales, obligando a las empresas a reevaluar sus estrategias de expansión.
En este contexto, SoftBank podría fortalecer su posición al adquirir Ampere, mejorando la oferta de ARM en procesadores para centros de datos. Sin embargo, la posible intervención de Oracle supone un desafío significativo que podría modificar el curso de la operación en beneficio propio. La gran pregunta es si SoftBank logrará culminar su ambicioso plan o si Oracle tomará la delantera en esta carrera por el control de Ampere.
El desenlace de estas negociaciones podría tener implicaciones cruciales para el futuro de los semiconductores, especialmente en el desarrollo de soluciones más eficientes para la demanda creciente de inteligencia artificial y computación en la nube. La disputa por Ampere no solo representa una transacción económica, sino un capítulo crucial en la carrera tecnológica que define el siglo XXI.
