El Uptime Institute ha publicado su decimocuarta edición del informe sobre el estado de los centros de datos, ofreciendo una visión detallada de los desafíos y tendencias más importantes en este sector crítico para la infraestructura tecnológica global. El informe destaca una serie de hallazgos significativos, desde una disminución en la confianza en la inteligencia artificial (IA) hasta una insuficiente atención a las métricas de sostenibilidad.
En términos de eficiencia, el estudio señala que los niveles medios del índice PUE (Power Usage Effectiveness) se han mantenido estables durante los últimos cinco años. Esta estabilidad, sin embargo, esconde avances notables en los centros de datos más nuevos y grandes, donde se han logrado PUEs de 1.3 o incluso mejores. Estas nuevas instalaciones, construidas para satisfacer una demanda en constante crecimiento, prometen reducir el promedio del PUE en el futuro cercano.
Por otro lado, la densidad media de los racks de servidores ha mostrado un aumento, aunque todavía se encuentra por debajo del rango de 8-10 kW. La mayoría de los centros de datos no cuentan con racks que superen los 30 kW, y los que los tienen son excepcionales. Se prevé que esta tendencia cambie en los próximos años, impulsada por la creciente demanda de computación de alto rendimiento (HPC) y aplicaciones de inteligencia artificial.
Uno de los puntos críticos revelados por el informe es el débil seguimiento de las métricas de sostenibilidad. Menos de la mitad de los propietarios y operadores de centros de datos monitorean adecuadamente estas métricas, afectando su capacidad para cumplir con los requisitos normativos y señalando una importante área de mejora.
La confianza en la inteligencia artificial, a pesar de sus beneficios reconocidos, ha disminuido por tercer año consecutivo. Aunque la mayoría de los operadores aún confía en modelos de IA bien entrenados para la toma de decisiones operativas, esta confianza ha caído cerca de 20 puntos porcentuales desde 2022. Los fallos de sistemas de IA generativa en 2023 y 2024 parecen haber influido en esta disminución de confianza.
En cuanto a la estabilidad operativa, el informe apunta que la frecuencia y gravedad de las interrupciones en los centros de datos se han mantenido prácticamente sin cambios respecto a 2023, con algunas mejoras menores. Esto se atribuye a una gestión eficaz y a las inversiones en nuevas tecnologías para manejar la creciente complejidad y densidad de las cargas.
Las arquitecturas híbridas siguen dominando el panorama TI, con más de la mitad de las cargas de trabajo (55%) ubicadas fuera de las instalaciones físicas tradicionales. A pesar de esto, muchas empresas continúan operando sus propios centros de datos. Se proyecta que la proporción de cargas de trabajo en la nube pública será menor de lo esperado, con un 13% previsto para 2026 frente al 15% anticipado para 2025.
Finalmente, los desafíos relacionados con la gestión de personal persisten sin mostrar mejoras significativas respecto a 2023. Es evidente la necesidad de redoblar esfuerzos en la ampliación de la fuerza laboral y en el desarrollo de habilidades necesarias para satisfacer la demanda creciente en el sector.
El informe del Uptime Institute subraya la urgencia de abordar estas áreas críticas para mejorar la resiliencia, sostenibilidad y eficiencia de los centros de datos en un entorno tecnológico que sigue evolucionando rápidamente.
